PONTIFICIA
UNIVERSIDAD CATOLICA MADRE Y MAESTRA
“Citocinas”
Presentado
por:
Génesis Fuchu…2014-0160
Madellin Batista 2014-0460
Olga Achecar 2015- 0722
Presentado
a:
Dra. Katia Díaz
Materia:
Inmunología y Ecosistema
Fecha
de Entrega:
04 de noviembre del 2017
Santiago
de los Caballeros, Rep. Dom.
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Introducción
El desarrollo de una respuesta inmune efectiva implica
a diferentes grupos celulares. Las complejas interacciones entre estas células
están mediadas por una serie de proteínas secretadas de bajo peso molecular que
son conocidas colectivamente como citoquinas.
Las citoquinas (o citocinas) son un grupo de proteínas
que actúan mediando interacciones complejas entre células de linfoides, células
inflamatorias y células hematopoyéticas; son proteínas producidas por células
de la inmunidad innata y adquirida que median muchas de las acciones de estas
células.
Las citoquinas
funcionan como mensajeros del sistema inmune: regulan la intensidad y duración
de la respuesta inmune, estimulando o inhibiendo la proliferación de varias
células, la secreción de anticuerpos o de otras citoquinas.
En líneas generales las citocinas liberadas en la fase
de activación de la respuesta inmune activan el crecimiento y diferenciación de
los linfocitos mientras que en la fase efectora activan a las células efectoras
para eliminar a los microbios u otros antígenos.
En el trabajo a continuación, trataremos los temas
relacionados con las citoquinas o citosinas, en los cuales abordaremos sus
propiedades, sus familias estructurales, sus funciones biológicas,
antagonistas, enfermedades relacionadas con las mismas los tratamientos basados
en ellas.
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Citoquinas
(o Citocinas)
El nombre citocinas es un término genérico. Las
citocinas producidas por los fagocitos mononucleares se han llamado
clásicamente monocinas y las producidas por los linfocitos linfocinas. No obstante,
el desarrollo de técnicas moléculas ha permitido observar que una misma
citocina puede ser sintetizada por linfocitos, monocitos y otros tipos de
células. Por este motivo el termino citocina parece el más apropiado.
Dado que muchas citocinas son sintetizadas por
leucocitos y actúan sobre otros leucocitos, se les llama interleucinas. Se han
descrito hasta 29 interleucinas (IL-1 a IL-29). Igualmente, existe un
subconjunto más de citocinas, las quimiocinas, citocinas de bajo peso molecular
que intervienen
en la quimiotaxis y otros aspectos de la conducta de
los leucocitos.
Sus funciones son muy variadas, pero se pueden clasificar en:
§ Diferenciación
y maduración de células del sistema inmunitario.
|
§ Comunicación
entre células del sistema inmunitario.
|
§ En algunos
casos, ejercen funciones efectoras directas.
|
Las citoquinas son secretadas por varias células
implicadas en la respuesta inmune como respuesta a un estímulo, y actúan sobre
las células diana que expresan en su membrana receptores específicos para una
citoquina dada. La unión de una citoquina a su receptor de membrana transmite
una señal hacia el interior celular que conduce a cambios en la activación y
expresión de genes. Además, en el suero se han detectado receptores solubles
para las distintas citoquinas cuya acción es contribuir a la regulación de la
actividad de las mismas.
Las citoquinas
pueden actuar sobre muchos objetivos celulares diferentes, con una acción:
a) Autocrina, uniéndose a la misma célula que la
secreta
b) Paracrina,
actuando sobre una célula cercana y,
c) En algunas
ocasiones, con una acción endocrina, uniéndose a células distantes.
Además, la
acción de las citoquinas puede ser:
§ Pleiotropía: múltiples efectos al actuar sobre
diferentes células
§ Redundancia: varias citoquinas pueden ejercer el
mismo efecto
§ Sinergismo: dos o más citoquinas producen un
efecto que se potencia mutuamente
§ Antagonismo: inhibición o bloqueo mutuo de sus
efectos
Las citoquinas son proteínas o glucoproteínas de menos
de 30 kDa. Muchas de ellas pertenecen a la llamada familia de las
hematopoyetinas, y tienen estructuras terciarias parecidas.
Generalmente actúan como mensajeros intercelulares que
suelen intervenir en la maduración y amplificación de la respuesta inmune,
provocando múltiples actividades biológicas una vez que se unen a los
receptores específicos de las células diana adecuadas.
Aunque existen muchos tipos de células productoras
citoquinas, los más importantes son los linfocitos TH y los macrófagos, ya
que sus citoquinas son esenciales para que se produzca la respuesta inmune una
vez que se activan las células T y B por el contacto con las correspondientes
células presentadoras de antígeno.
Clasificación.
Las citocinas se pueden agrupar en tres categorías:
1)de la inmunidad innata: Las citoquinas
juegan un papel fundamental en la respuesta inmune innata mediante mecanismos
de acción directa frente al agente invasor (el interferón (IFN) sobre
la replicación viral) o mediante la movilización de mecanismos
inmunorreguladores (iniciadores de la inflamación, elevando la temperatura
corporal (fiebre) y activando las células NK y los macrófagos).
Las citoquinas que actúan en esta fase están
producidas fundamentalmente por los macrófagos, las células NK, y por otras
células no inmunes como fibroblastos y células endoteliales. Las principales
citoquinas que intervienen en la respuesta innata son: IL-1, IL- 6, IL-12,
IL-16, Factor de Necrosis Tumoral (TNF-α) e Interferones (IFN α e IFN-γ)
2) de
la inmunidad adquirida:
La activación de los linfocitos T y B en reposo para ejercer sus
acciones requiere una serie de señales, en las cuales intervienen diversas
citoquinas.
- § Activación de Linfocitos B: La activación de un linfocito B en reposo requiere la unión del Ag al BCR. Este reconocimiento amplifica la expresión de receptores de citoquinas, entre ellas, la IL-1, producida por los macrófagos, y principalmente IL-4, IL-5, producidas por los linfocitos Th2. Las citoquinas también desempeñan una función esencial en la regulación del cambio de isotipo de las Ig producidas (ej. IL-4 induce el cambio a IgE).
- § Activación de Linfocitos T: Tras la interacción del complejo CMH-péptido con el TCR, se desarrolla una señal que resulta en la trascripción de genes, incluyendo aquéllos que codifican IL-2 y IL-2R. Los linfocitos Th se diferencian en dos subpoblaciones Th1 y Th2 dependiendo de las citoquinas que secretan las CPA (macrófagos y células dendríticas), presentando un panel de expresión de citoquinas característico.
Estas citoquinas participan, además, como un mecanismo
de regulación, interactuando entre sí: el IFN- γ inhibe la proliferación de células Th2, mientras que
IL-4 e IL-10 inhiben la proliferación de células Th1.
3) de
la hematopoyesis:
Las citoquinas juegan un papel muy importante en la
estimulación de la hematopoyesis de las células inmunes, actuando sobre las
poblaciones inmaduras potenciando su maduración y proliferación. Las más
importantes son: Factor Estimulador de Colonias Granulocito Macrófago (GM-CSF),
Factor Estimulador de Células Precursoras, Factor Estimulador de Macrófagos
(M-CSF), IL-3, IL- 7 y Eritropoyetina (Epo).
En general las citocinas de la inmunidad innata
y la adquirida son producidas por células distintas y actúan sobre poblaciones
celulares diferentes.
Receptores
de citocinas
Los receptores de citocinas están formados por una o
más proteínas transmembrana. El extremo extracelular es el ligando de la
citocina y el citoplasmático inicia las vías de señalización intracelular.
Estas vías de señalización se inician por reagrupamiento de los receptores tras
unirse a la citocina, lo que aproxima entre sí a las regiones citoplasmáticas
de los receptores, de una forma muy similar a cómo se activan los receptores
para el antígeno de los linfocitos T y B. La clasificación de receptores de
citocinas más usada se basa en el parecido estructural de la porción
extracelular de los receptores. Los receptores de citocinas se agrupan en cinco
familias.
■ Receptores
de la superfamilia de las inmunoglobulinas: poseen varios dominios extracelulares de tipo Ig. Como
ejemplo, el receptor específico para la IL-1
■ Familia de
receptores de citocinas clase I (que también se conoce como familia del receptor
de eritropoyetina).:
La mayor parte de los receptores de citoquinas del
sistema inmune pertenecen a la familia de clase I (de receptores de
hematopoyetinas). Todos sus miembros tienen en común poseer una proteína
anclada a membrana, con un dominio extracelular en el que hay al menos un
motivo característico llamado CCCC (cuatro cisteínas cercanas en posiciones
equivalentes) y el llamado motivo WSXWS (Trp-Ser-X-Trp-Ser). (Adicionalmente,
algunos miembros poseen dominios de tipo Ig y/o dominios de tipo fibronectina).
Tras su porción transmembrana se encuentra una larga cola citoplásmica con
ciertas tirosinas susceptibles de fosforilación.
La mayor parte de los receptores de clase I poseen dos
proteínas de membrana:
-
Cadena alfa,
que es la subunidad específica de la citoquina, sin capacidad de enviar
señales al citoplasma;
|
|
-
Cadena beta,
una subunidad transductora de señal, que a menudo no es específica de
citoquina, sino que es compartida por receptores de otras citoquinas. Esta
cadena beta es del tipo que hemos descrito más arriba (motivos CCCC y
WSXWS).
|
La subunidad transductora de señal se necesita para
formar el receptor de alta afinidad, y para transducir la señal al interior.
Ello se logra porque tras la unión, se fosforilan ciertas tirosinas de la larga
cola citoplásmica de la cadena transductora de señal.
■ Familia del
receptor de citocina clase II (conocida, asimismo como familia del receptor de
interferón):
Como los de tipo I poseen dos dominios extracelulares
con cisteínas conservadas, pero no contienen la secuencia WSXWS. Una cadena se
une a la citocina y la otra transduce la señal.
■ Familia del
receptor de TNF:
Contienen dominios extracelulares ricos en cisteína.
Una vez que se han unido a su ligando activan a proteínas intracelulares
asociadas que inducen la apoptosis y/o estimulan la expresión de genes.
■ Familia del
receptor de quimiocinas:
Son proteínas integrales de membrana, con 7
hélices a inmersas en la bicapa lipídica. Interaccionan, por el lado
que da al citoplasma con proteínas de señalización triméricas que unen GTP.
Recientemente se han producido avances importantes en
el desentrañamiento de la ruta que conduce desde la unión de la citoquina con
el receptor de la célula diana hasta la activación de la transcripción de los
genes cuyos productos son responsables de los efectos de dichas citoquinas. He
aquí un modelo general que se puede aplicar a muchos receptores de las clases I
y II:
- · La citoquina provoca la dimerización de las dos subunidades del receptor (cadenas alfa y beta), lo que coloca cercanas a sus respectivas colas citoplásmicas.
- · Una serie de proteín-quinasas de la familia de JAK (quinasas Jano) se unen a las colas agrupadas de las subunidades del receptor, con lo que se esas quinasas se activan.
- · Las JAK se autofosforilan.
- · Las JAK fosforilan a su vez determinadas tirosinas de las colas del receptor,
- · Entonces proteínas de otra familia, llamada STAT (iniciales inglesas de transductores de señal y activadores de transcripción) se unen a algunas de las tirosinas fosforiladas de las colas del receptor, quedando cerca de las JAK.
- · Las JAK fosforilan a las STAT unidas a las colas del receptor.
- · Al quedar fosforiladas, las STAT pierden su afinidad por las colas del receptor, y en cambio tienden a formar dímeros entre sí; Las tirosinas fosforiladas que han quedado libres en las colas del receptor sirven para unir nuevos monómeros de STATs.
·
Los
dímeros de STAT fosforilados emigran al núcleo de la célula, donde actúan ahora
como activadores de la transcripción de ciertos genes, al unirse a secuencias
especiales en la parte 5’ respecto de las respectivas porciones codificadoras.
Antagonistas de Citocinas
Se han notificado varias proteínas que inhiben la
actividad biológica de citocinas. Estas proteínas actúan en una de dos formas:
Por unión directa a un receptor de citocina, pero sin
activar la célula, o por unión directa a una citocina, con supresión de su
actividad.
El inhibidor
mejor caracterizado es el antagonista del receptor IL-1 (IL-1Ra), que se une al
receptor de IL-1 pero carece de actividad. La unión de IL-1Ra al receptor IL-1
bloquea la unión de IL-1_ e IL-1_ y explica en consecuencia sus propiedades
antagonistas. Algunos investigadores piensan que la producción de IL-1Ra tiene
un papel en la regulación de la intensidad de la respuesta inflamatoria. Se ha
clonado y en la actualidad se investiga como un posible tratamiento de
enfermedades inflamatorias crónicas.
Los inhibidores de citocinas se encuentran en el
torrente sanguíneo y el líquido extracelular. Estos antagonistas solubles se
originan de la escisión enzimática del dominio extracelular de receptores de
citocina. Entre los receptores de citocina solubles identificados se encuentran
los de IL-2, IL-4, IL-6 e IL-7, IFN-_ e IFN-_, TNF-_ y LIF. De ellos, el
receptor soluble de IL-2 (sIL-2R), que se libera en la activación crónica de
las células T, es el mejor caracterizado. Un segmento que contiene los 192 aminoácidos
del extremo amino terminal de la subunidad se libera por escisión proteolítica,
lo que crea un receptor soluble de IL-2 de 45 kDa. El receptor desprendido
puede unirse a IL-2 y evitar la interacción de esta con el receptor de IL-2 de
membrana. La presencia de sIL-2R se ha utilizado como marcador clínico de
activación crónica de células T y se observa en varios trastornos, como
enfermedades autoinmunitarias, rechazo de trasplantes y SIDA.
Algunos virus han desarrollado estrategias para
impedir la actividad de las citocinas. La evolución de tales estrategias
anticitocina por patógenos microbianos es una prueba biológica de la
importancia de las citocinas en la organización y promoción de
inmunorreacciones antimicrobianas eficaces. Entre las diversas estrategias
anticitocina usadas por los virus están:
- § Homólogos de citocina
- § Productos solubles de unión a citocina
- § Homólogos de receptores de citocina
- § Interferencia en la señalización intracelular
- § Interferencia con secreción de citocinas
- § Inducción de inhibidores de citocina en la célula hospedadora
Secreción
de citocinas por los subconjuntos TH1 y TH2
La reacción
inmunitaria a un patógeno particular debe inducir un grupo apropiado de
funciones efectoras que pueden eliminar al agente patológico o sus productos
tóxicos del hospedador.
Un gran
cumulo de pruebas señala diferencias en los patrones de secreción de citocinas entre
los subconjuntos de células TH como determinantes del tipo de reacción
inmunitaria precipitada contra un contacto antigénico particular.
- El
subconjunto TH1 tiene a su cargo muchas funciones mediadas por células (p. ej.,
hipersensibilidad de tipo tardío y activación de células TC) y la producción de
anticuerpos
IgG que promueven la opsonizacion (es decir, anticuerpos que se unen a
receptores Fc de alta afinidad de fagocitos e interactúan con el sistema de complemento).
Este subconjunto también interviene en la promoción de inflamación y lesión
tisular excesivas.
-El
subconjunto TH2 estimula la activación y diferenciación de eosinofilos,
proporciona ayuda a células B y favorece la producción de cantidades
relativamente grandes de IgM, IgE e isotipos de IgG que no activan complemento.
El subconjunto TH2 también sustenta reacciones alérgicas.
Enfermedades relacionadas con
citocinas
Los defectos genéticos en las
citocinas, sus receptores o las moléculas implicadas en la transducción de
señales después de la interacción entre receptor y citocina provocan
inmunodeficiencias como la inmunodeficiencia combinada grave (SCID. Otros
defectos en la red de citocinas pueden causar incapacidad de defenderse contra
familias específicas de patógenos. Además de las enfermedades que tienen sus raíces
en defectos genéticos de la actividad de citocina, varias afecciones resultan
de la expresión excesiva o disminuida de citocinas o sus receptores. Enseguida
se presentan algunos ejemplos de estas enfermedades, seguidos de una exposición
de tratamientos encaminados a prevenir el daño potencial causado por la
actividad de las citocinas.
El choque séptico es común y
potencialmente letal.
El choque séptico bacteriano es una de las afecciones que se ajustan al
encabezado general de sepsis, la cual puede ser causada no solo por infección
bacteriana sino también por traumatismo, lesión, isquemia (decremento del riego
sanguíneo a un órgano o tejido) y determinados canceres. La sepsis es la causa más
común de muerte en salas de cuidados intensivos de hospitales de Estados
Unidos, y provoca 9.3% de las muertes totales en ese país.
Una característica en común de
la sepsis de cualquier causa es la producción abrumadora de citocinas Pro
inflamatoria como TNF e IL-1. El desequilibrio de citocinas a menudo ocasiona
una anormalidad grave de la temperatura corporal y la frecuencia respiratoria así
como recuentos elevados de leucocitos, seguidos de derrame capilar, lesión
tisular y falla orgánica letal.
Causada mayoritariamente por infecciones
bacterianas, aunque normalmente esta incluye síntomas como hipotensión
arterial, fiebre, diarrea y coagulación diseminada en órganos. La endotoxina
estimula excesivamente IL1 y TNF alfa por macrófagos.
El choque toxico bacteriano se
debe a superantígenos.
Los superantígenos se unen de manera simultánea a una molécula MHC II y
al dominio Vbeta del RCT, activan todas las cT que llevan este dominio. Se
incluyen enterotoxinas, toxinas exfoliadoras, toxina del síndrome del choque
toxico (TSST1) por S.aureus, exotoxinas pirógenas de S. pyogenes. El gran
número de cT activadas provoca producción excesiva de citocinas. La actividad
de citocinas se relaciona con los canceres linfoide y mieloide.
La enfermedad de Chagas es
causada por un parásito
El protozoario Trypanosoma
cruzi es el agente causal de la enfermedad de Chagas, que se caracteriza por supresión
inmunitaria grave. La capacidad de T. cruzi de mediar la supresión inmunitaria
puede observarse en cultivos de células T de sangre periférica en presencia y
ausencia del protozoario, con la posterior valoración de su
reactividad inmunitaria. En condiciones normales, antígeno, mitogeno o
anticuerpo monoclonal anti-CD3 pueden activar células T periféricas, pero en
presencia de T. cruzi no se activan células T por acción de ninguno de estos
agentes. El defecto en estos linfocitos se rastreó hasta una reducción notable
de la expresión de la subunidad alfa de 55 kDa del receptor de IL-2 (CD25).
Como ya se dijo, el receptor de IL-2 de alta afinidad contiene subunidades
alfa, beta y gamma. La subunidad es específica para la unión de citocina.
El cultivo concurrente de células
T con T. cruzi y la tinción posterior con anti-CD25 marcado con fluoresceína,
que se une a la subunidad, revelaron una disminución de 90% en la concentración
de esta subunidad.
Tratamientos basados en citocinas
El uso de citocinas en
medicina clínica es muy promisorio, y los esfuerzos por desarrollar estrategias
seguras y eficaces relacionadas con citocinas continúan, en particular en áreas
como inflamación, tratamiento del cáncer y modificación de la inmunorreaccion
durante trasplante de órganos, infecciones y alergia.
Unos pocos tratamientos basados en
interferones; factores estimulantes de colonias como GM-CSF y bloqueadores de
actividad de TNF son útiles en terapia. En artritis reumatoide se puede usar
TNF alfa y su bloqueador.
Conclusión
Finalmente,
el sistema inmunológico, cada vez se aprende más sobre las citoquinas. Cada vez
hay un mayor interés en manejar el lenguaje del sistema inmunológico para
dirigir sus respuestas y mejorar la salud.
Este
fenómeno de regulación negativa cruzada explica las ya antiguas observaciones
de que existe una relación inversa entre la producción de anticuerpos y la
hipersensibilidad de tipo retardado. Obsérvese que los macrófagos y otras células
presentadoras de antígeno también producen citoquinas (como la IL-12) que
regulan a su vez funciones inmunes efectoras.
Por otro
lado, un aspecto que va quedando claro es que la predominancia de una u otra de
las dos subpoblaciones de linfocitos TH depende a su vez del microambiente de
citoquinas en que ocurriera la activación y maduración inicial a partir de
linfocitos en reposo: por ejemplo, in vitro se ha visto que si un TH se activa
por antígeno en presencia de IL-4, se desarrolla hasta TH2, mientras que si el
entorno de activación es rico en IFN-g, se desarrolla hasta TH1.
Con todo lo
tratado anteriormente, mostramos lo que tratamos en el programa de la materia Inmunología,
dejando expuestos los aspectos más importantes sobre el tema.
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Bibliografía
Goldsby
RA, Kindt Thomas J, Osborne Bárbara A, Kuby J. Inmunología. 6º Edición. Mc
Graw Hill. 2007.
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