domingo, 19 de noviembre de 2017

Casos Clinicos: Genesis Fuchu 2014-0160, Madellin Batista 2014-0460, Olga Achecar 2015 0722

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA MADRE Y MAESTRA


“Casos Clinicos de Inmunideficiencia con lesiones en la cavidad oral”

Presentado por:
Génesis Fuchu…2014-0160
Madellin Batista 2014-0460
Olga Achecar 2015- 0722

Presentado a:
Dra. Katia Díaz

Materia:
Inmunología y Ecosistema

Fecha de Entrega:
19 de noviembre del 2017


Santiago de los Caballeros, Rep. Dom.


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Caso #1
Estomatitis aftosa recurrente en un paciente con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida


La Estomatitis Aftosa Recurrente es la patología inflamatoria más común de la mucosa oral. Se caracteriza por la presencia de erosiones o úlceras dolorosas y recurrentes que afectan la mucosa oral no queratinizada, a intervalos que varían de días a meses. En individuos infectados por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), estas úlceras ocurren con más frecuencia, son de mayor duración y más dolorosas que en personas inmunocompetentes.

CASO CLÍNICO
 Paciente varón de 33 años de edad, con infección por VIH de dos años de evolución, CD4: 265 cel/mm3 y carga viral: 338 428 copias/mm3 sin tratamiento antirretroviral. Además, diagnóstico de Hepatitis B realizado un mes previo a su evaluación. Antecedentes personales: Tuberculosis ganglionar hace 15 años y un episodio de herpes zóster hace dos. Fue evaluado en la Unidad de Atención Integral de personas viviendo con VIH/SIDA del Hospital Regional Docente de Trujillo por presentar múltiples lesiones intensamente dolorosas en boca que le dificultaban la alimentación, de un mes de evolución. Además, afirmaba haber tenido desde la adolescencia, en promedio 1 vez/ año, lesiones orales levemente dolorosas, de menor tamaño, número, tiempo de evolución y que no limitaban su actividad.

Al examen: 
En boca se constató la presencia de úlceras ovaladas mayores de 1 cm de diámetro, bordes elevados y rodeados por halo eritematoso, en número de 11, localizadas en caras ventral y lateral de la lengua, mucosas yugal y labial superior. Hallazgos concurrentes incluyeron pápulas de superficie verrugosa agrupadas en región perianal y leuconiquia con onicolisis en primer dedo de ambos pies. En la evaluación de ganglios linfáticos se encontró linfadenopatía submandibular bilateral desplazable y dolorosa a la palpación. El resto de examen no mostró alteraciones significativas. En los exámenes auxiliares, el hemograma mostró anemia y leucopenia, glucosa basal, perfil hepático, perfil lipídico y dosaje de ferritina sérica en valores normales; así como pruebas de RPR y FTA-abs reportadas como no reactivas. 


En el test de Tzanck no se evidenciaron células gigantes multinucleadas. En la biopsia de mucosa labial se observó un epitelio focalmente ulcerado que en un extremo mostraba epitelio escamoso estratificado no queratinizado, con marcada espongiosis y exocitosis de linfocitos; mientras que, a nivel de submucosa, se observó un denso infiltrado inflamatorio perivascular y difuso compuesto por linfocitos, histiocitos, células plasmáticas y neutrófilos. Con el diagnóstico de EAR, primer episodio de aftas mayores, se inició el manejo con medidas de higiene, uso de prednisona y colchicina con notable mejoría en un período de 2 semanas.


La asociación de las aftas mayores e infección por VIH representa un defecto local en la inmunomodulación reflejada por un menor recuento linfocitos T CD4 e inversión de la relación CD4/CD8, resultando en un “ataque” de células T CD8 y una subsecuente destrucción del epitelio.




 Con respecto a su manejo, éste depende fundamentalmente de la gravedad y duración de las lesiones, así como de la frecuencia de recurrencias, teniendo como objetivos prioritarios la desaparición de las aftas y reducción del dolor con el fin de permitir una correcta alimentación y control de las recidivas. 

El manejo tópico con enjuagues bucales antimicrobianos y corticoides podría proveer alivio del dolor y acortar el tiempo de duración de las úlceras, pero raramente modifica las recurrencias o el tiempo de remisión.  Por tanto, cuando éste resulta insatisfactorio, la terapia sistémica debe ser considerada, incluyendo el uso de colchicina, corticoides, levamisol o talidomida, habiéndose evidenciado una habilidad significativa de esta última para eliminar úlceras orales en infectados por VIH. En nuestro paciente, la severidad de las lesiones, la limitación que éstas producían a la alimentación, y el ser un paciente con SIDA motivaron el uso de terapia sistémica asociada a la tópica, con un resultado muy favorable.
Durante el tratamiento:

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Caso #2

Manifestaciones de virus de la inmunodeficiencia humana en la cavidad bucal

Las manifestaciones orales por la infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son, en ocasiones, el primer signo de la enfermedad, y en muchos casos un indicador de la progresión de la infección hacia el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

Una de las primeras manifestaciones clínicas que se describieron relacionadas con el sida fueron las lesiones orales. Se cree que más del 95% de los pacientes afectados de sida tienen alguna lesión de cabeza y cuello, y que el 55% de los pacientes con sida y síntomas tempranos relacionados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tienen lesiones orales. Las lesiones orales pueden clasificarse en infecciones por bacterias, virus y hongos, neoplasias, alteraciones neurológicas, enfermedades de glándulas salivales y otras lesiones de etiología indefinida, originadas por la inmunodepresión del paciente.

Infecciones bacterianas 

Este caso fue presentado como una investigación, por lo que se tomaron diferentes grupos de personas y no solo una, y fue presentado el resultado general del grupo.
Grupo 1: 
– El eritema gingival lineal (EGL) puede ser una de las primeras manifestaciones bucales del VIH. Algunos trabajos la asocian a una infección por Candida.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, se observa el margen gingival intensamente enrojecido, con fácil tendencia al sangrado. No responde bien a los medios de control de placa, ni al raspado y alisado radicular; no obstante, no hay que descuidar las medidas de higiene y profilaxis acompañándolas con irrigaciones de gluconato de clorhexidina (0,12 o 0,2%) o povidona yodada (10%).


– La gingivitis necrosante (GNA) es un signo temprano y frecuente en los sujetos infectados por el VIH, con un índice de prevalencia del 4-16%. La encía presenta enrojecimiento e inflamación difusos, con afectación de la papila interdental y el margen gingival, llegando incluso a dejar zonas de hueso al descubierto por pérdida de tejidos blandos. El cuadro clínico asocia, además, dolor, sialorrea y hemorragia espontánea o con el cepillado

– La periodontitis necrosante (PNA) es mucho más agresiva que en la población seronegativa, con una prevalencia mayor entre los varones homo y bisexuales, produce un dolor intenso y una destrucción de tejidos periodontales y de hueso. En ciertos casos las lesiones pueden parecerse a las causadas por citomegalovirus o por linfoma no hodgkiniano. En el 95% de los pacientes con PNA los valores de CD4 son menores de 100 células/µl o, cumpliendo criterios de sida, cuando aparece la enfermedad la mortalidad a los 18 meses se aproxima al 60%.

La placa subgingival presenta los mismos microorganismos que en individuos no infectados por el VIH, pero están presentes algunos patógenos atípicos como Mycoplasma salivarium y Enterobacter cloacae, con ausencia además de inmunorregulación y disminución de la actividad de los leucocitos polimorfonucleares.

El tratamiento de la GNA y la PNA consistió en la desbridación local, raspado y alisado, junto con enjuagues de gluconato de clorhexidina (0,12 o 0,2%) o povidona yodada (10%) y la administración de analgésicos y antibióticos (tabla 3): a) amoxicilina/clavulánico (875/125 mg tres veces al día); metronidazol (250 mg tres veces al día) más amoxicilina (500 mg tres veces al día), y c) clindamicina (300 mg tres veces al día). 
El tratamiento se prolongará 5-7 días por lo menos, prolongándose más si fuera necesario.


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Caso #3
SARCOMA DE KAPOSI 

Caso clinico de una paciente de veinticinco años, sin antecedentes familiares de interés, que acude a la consulta preocupada por unas «manchas» de color violáceo localizadas en el dorso lingual y en el paladar.

Entre los antecedentes patológicos más importantes cabe destacar que la paciente está afectada de un
SIDA, presentando serología positiva al HN, así como una positividad antigénica manifestada desde hace tres años. En el transcurso de estos años ha presentado infecciones oportunistas orales, de origen
micótico, tratadas con nistatina. Hace unos meses sufrió una neumopatía causada por Pneumocystis
carinii, razón por la cual la paciente sigue sometida a tratamiento profiláctico, consistente en trimetoprim-sulfametoxazol. Al explorar la cavidad oral se evidenció una higiene oral muy deficiente, que conlleva la necesidad de practicar tratamiento odontológico conservador.

La inspección y palpación de los tejidos blandos orales dieron como resultado la detección de múltiples lesiones maculosas, pigmentadas, indoloras, de unos tres milímetros de diámetro, de contomo irregular, diseminadas por el dorso lingual.

En la mucosa palatina se detectó asimismo una lesión maculosa, hiperpigmentada, de 1,5 cm. de diámetro, de características similares a las anteriores. Extendiéndose por ambos bordes laterales linguales se observaron sendas lesiones hiperqueratósicas, compatibles con leucoplasia vellosa.

Interrogada sobre la presencia de manchas de reciente aparición en el resto del cuerpo, la paciente manifestó la existencia de lesiones en el hombro derecho, así como en la parte posterior del muslo izquierdo, donde a la exploración, observamos lesiones cutáneas maculopapulosas de mayor tamaño, pero similares características a las de localización mucosa. Se procedió a biopsiar todas las áreas mencionadas.


El diagnóstico histopatológico resultó ser sarcoma de KAPOSI en las lesiones pigmentadas y de leucoplasia vellosa en las lesiones hiperqueratinizadas intraorales. En un primer intento terapéutico, dado el mal estado general de la paciente, se administró interferón alfa 2A, que la paciente no toleró.

Actualmente sigue un tratamiento ambulatorio de quimioterapia sistémica bisemanal, a base de vinblastina, que tolera mucho mejor y con una mejoría clínica objetiva de todas las lesiones diagnosticadas de sarcoma de KAPOSI.


8 comentarios:

  1. - La estomatitis aftosa en pacientes con VIH, se caracteriza por la presencia de úlceras dolorosas que afectan la mucosa oral, pero principalmente en zonas de mucosa no queratinizada. Pero, aunque normalmente la estomatitis aftosa tiene estas características, en pacientes con VIH son más frecuentes, más dolorosas y duraderas. Como el caso del paciente, el cual padecía de VIH y tenía aproximadamente 11 aftas localizadas en la lengua, mucosa yugal y labial superior. Se le recetó prednisona y colchina.

    - El VIH puede presentar sus primeras manifestaciones en la cavidad oral, un 55% de los pacientes con SIDA tienen lesiones orales. Estas son causadas por la inmunosupresión, por lo que pueden infectarse por bacterias, virus y hongos principalmente.

    En el caso de las infecciones bacterianas, presentan principalmente eritema gingival lineal, en el cual hay un margen gingival muy enrojecido y que sangra fácilmente. También se puede presentar gingivitis necrosante en la que se inflama, aparte de la encía, la papila interdental y puede llegar al hueso. Continuando con el progreso de la enfermedad, después de la gingivitis se puede producir una periodontitis necrosante, en la que se destruyen los tejidos periodontales y el hueso alveolar.

    - El sarcoma de KAPOSI presenta manchas violáceas. En el caso clínico, la paciente también tenía SIDA y una higiene oral deficiente. Presentaba máculas pigmentadas e indoloras en el paladar y los tejidos blandos. Como resultado, presentaba dos lesiones diferentes: sarcoma de KAPOSI y leucoplasia vellosa en las lesiones hiperqueratinizadas.

    Laura Coo
    2015-0398

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  2. Una de las principales causas de la inmunodepresión es aquella infección producida por VIH. En este caso el paciente presento un cuadro clínico repleto de enfermedades y virus a lo lago de su vida, en sus antecedentes. Varios de los signos encontrados fueron epitelio ulcerado y aftas mayores. Se establece en el caso que la causa de la presencia de estas aftas mayores es debido a un recuento menor de linfocitos T CD4 o colaboradores del sistema inmunitario.

    En este segundo caso se mencionaban las distintas expresiones del VIH en la boca. Entre ellas, presencia de eritemas gingivales, muchas veces atribuido a causas de candidiasis. Además es manifestación de VIH la gingivitis necrosante así como también la periodontitis necrosante. En estas enfermedades los valores de los linfocitos T CD4 al igual que en el caso anterior, son de un valor menor a lo normal, causa para un sistema inmunodeprimido.

    En el caso relacionado al Sarcoma de Kaposi luego de ser realizado el examen clínico se detectaron síntomas tales como máculas indoloras de un tamaño irregular. Así mismo se observaron máculas en la mucosa palatina que se extendían. Finalmente se diagnóstico leucoplasia vellosa en el paladar y sarcoma de KAPOSI en el cuerpo (muslo). Cabe destacar que este paciente presentaba deficiencia en su higiene oral por lo cual la manifestación de la enfermedad es mas desfavorable.
    - Daisha De Pena
    2015-1224

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  3. En el caso 1, Paciente con infección por VIH, presenta múltiples lesiones elementales dolorosas en boca, como: ulceras en las caras ventral y lateral de la lengua, mucosas yugal y labial superior; pápulas en la región perianal; y leuconiquia en los pies. Con pruebas histopatológicas, se identificó estomatitis aftosa recurrente, se debe a un menor recuento de linfocitos T CD4. Con relación al tratamiento, se utilizó enjuagues bucales antimicrobianos, corticoides, colchicina y levamisol.

    Con relación al caso 2, nos manifiesta que el primer signo de la enfermedad del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) serán manifestaciones en la cavidad oral. Estas lesiones orales pueden ser clasificadas dependiendo de su procedencia. En este artículo, se tomó un grupo de personas con la enfermedad, de los cuales presentaron como primera manifestación eritema gingival lineal, gingivitis necrosante y periodontitis necrosante. El tratamiento consiste en la desbridación local con raspado, junto con enjuagues de gluconato de clorhexidina.

    Mientras que en el caso 3, paciente con sida, presenta manchas violetas localizadas en el dorso lingual y en el paladar. Durante la inspección de los tejidos blandos orales, se reflejó múltiples lesiones maculosas hiperpigmentada, extendida por todo el dorso lingual. En las pruebas histopatológicas, se identificó un sarcoma de Kaposi en lesiones hiperqueratinizadas intraorales. Para mediar el problema, la paciente sigue en tratamiento con quimioterapia sistémica bisemanal, a base de vinblastina.

    Presentado por:
    Estrella Domínguez 2015-1285

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  4. En el caso clínico 1, se presenta un paciente con infección por VIH, de dos años de evolución. Fue evaluado al presentar múltiples lesiones dolorosas en boca que le dificultaban su alimentación; este paciente afirmó haber tenido muchas lesiones orales en su adolescencia, las cuales no limitaban su actividad. Al realizar el examen, se constató la presencia de úlceras, bordes elevados y rodeados por halo eritematoso y pápulas e superficie verrugosa. Las aftas mayores e infección por VIH representan un defecto local en la inmunomodulación reflejada por un menor recuento linfocitos T CD4. Para su manejo se recomienda que sea tópico con enjuagues bucales antimicrobianos y corticoides, si no resulta, se realiza la terapia sistémica.

    Por otro lado, el caso 2 presenta que las manifestaciones orales causadas por la infección del virus del VIH, son el primer signo de la enfermedad; donde se cree que el 95% de los pacientes afectados de SIDA tienen alguna lesión de cabeza y cuello. Las lesiones orales pueden clasificarse en infecciones por bacterias, virus y hongos, neoplasias, alteraciones neurológicas, enfermedades de glándulas salivales. Para esta investigación se tomó varios grupos, en el cual se presentó eritema gingival, gingivitis necrosante y periodontitis necrosante.

    De igual forma, el caso número 3, una paciente con SIDA presenta unas manchas de color violáceo localizadas en el dorso lingual y en el paladar. Se observó que en los tejidos blandos orales se detectó múltiples lesiones maculosas, pigmentadas, indoloras, contornos irregulares y diseminados por el dorso lingual. En la mucosa palatina se encontraba una lesión maculosa, hiperpigmentada y poseía manchas en el cuerpo. El diagnóstico histopatológico mostró ser un sarcoma de KAPOSI en las lesiones pigmentadas y de leucoplasia vellosa en las lesiones hiperqueratinizadas intraorales.

    Mariela Espinal
    2015-0200

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  5. CASO 1: Paciente con VIH, Hepatitis B, con antecedentes de tuberculosis ganglionar y herpes zóster. La manifestación oral que presentó fueron úlceras ovaladas, aftas. Esto tras una biopsia de mucosa labial se vió un epitelio focalmente ulcerado que en un extremo mostraba epitelio escamoso estratificado no queratinizado, con marcada espongiosis y exocitosis de linfocitos; y la submucosa un denso infiltrado inflamatorio perivascular y difuso compuesto por linfocitos, histiocitos, células plasmáticas y neutrófilos.

    Caso 2: Pacientes con VIH con manifestación oral de: Eritema gingival lineal. Donde se puede ver un margen gingival intensamente enrojecido, con fácil tendencia al sangrado. Gingivitis necrosante. Se puede ver una encía que presenta enrojecimiento e inflamación difuso, con afectación de la papila interdental y el margen gingival, llegando incluso a dejar zonas de hueso al descubierto por pérdida de tejidos blandos. Periodontitis necrosante esto produce un dolor intenso y una destrucción de tejidos periodontales y de hueso.


    Caso 3: Paciente con SIDA, que en el transcurso de los años ha presentado infecciones oportunistas orales, de origen micótico, tratadas con nistatina. Presentó múltiples lesiones maculosas, pigmentadas, indoloras, diseminadas por el dorso lingual. En la mucosa palatina se detectó una lesión maculos. Esto se debió a que la paciente tenia sarcoma de Kaposi.

    Melody Martínez

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  6. En el primer caso se presentaba un paciente con VIH y diagnosticado con Hepatitis B. De las manifestaciones en boca presentaba úlceras ovaladas. En la biopsia de mucosa labial se presentó un epitelio ulcerado que en un extremo mostraba epitelio escamoso estratificado no queratinizado, con fuerte espongiosis y exocitosis de linfocitos; mientras que, a nivel de submucosa, se observó un denso infiltrado inflamatorio perivascular. También se presentaron grandes aftas. Para su tratamiento, se utilizaron colchicina, corticoides, levamisol o talidomida.

    En el segundo caso se presentaba eritema gingival lineal, la cual es una infección bacteriana caracterizada por margen gingival enrojecido con tendencia a sangrar. Los métodos de terapia clínica serian una buena higiene oral acompañada de irrigaciones de gluconato de clorhexidina o povidona yodada.

    Se observó también gingivitis necrosante que se caracteriza con afectación de la papila interdental y el margen gingival. A esta manifestación le sigue periodontitis necrosante, la cual produce un dolor intenso y una destrucción de tejidos periodontales y de hueso. El tratamiento para estos dos últimos consiste en desbridacion local, raspado y alisado, además de enjuagues de gluconato de clorhexidina o povidona yodada, también acompañada de analgésicos.

    En el caso del Sarcoma de Kaposi, la paciente presento lesiones maculosas, pigmentadas, indoloras, de contorno irregular, diseminadas por el dorso lingual. En la mucosa palatina también se observó una lesión maculosa, hiperpigmentada. El tratamiento consiste en quimioterapia sistémica, a base de vinblastina.

    Andreina Gómez 2015-0096

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  7. El primer caso, con relación a nuestras carreras me parece muy interesante, ya que el paciente tiene una enfermedad con deficiencia inmunología, el cual relaciona esta enfermedad con la cavidad oral y como futuros estomatólogos es muy importante ya que podemos tener un paciente con estos sintomas y mas o menos tener una idea de que puede tener
    LUIS TANIOKA 20150760

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